Marzo 2008 - RIA Zona Sur - Quito - Belen

Para mi el VEM fue una de las experiencias más enriquecedoras dentro de mi Brecha. Nunca había experimentado el ataque del demonio de la forma en la que el Señor nos permitió experimentarlo aquel marzo del 2008. Pero así mismo pude experimentar a un Dios grande. A un Dios inconmensurable y único. La protección que Él nos permitió sentir y la paz con la que, a pesar de todo, nos lleno durante todo ese mes fue única.

No se tanto los demás VEMitas pudieron haber dicho sobre este VEM pero sé que el demonio estaba tan molesto por la gran obra que el Señor quería hacer en nosotros y en los jóvenes que el Señor quería evangelizar y conquistar, que hasta fue capaz de casi hace estallar una guerra entre Ecuador y Colombia. El escuadrón de Bogotá pendía de un hilo. El cansancio espiritual fue tremendo y el ataque mental, en mi, fueron los que me llevaron a agotarme de una manera terrible. Pero el Señor salió victorioso en medio de esta batalla. Y puso en mi y en cada uno de lo que estábamos inmersos en este VEM fuerza, paz, fe y confianza en el Señor.

De manera personal puedo decir que el señor llenó mi tanque espiritual. Me mostró que tipo de mujer quería que yo sea, una mujer de Dios. Yo entre al VEM y llevaba un mes de Brecha. A pesar de esto estaba todavía con mi mente en otro lado. Haciendo planes para el futuro y no viviendo el presente que Dios me había permitido vivir.

Fue también muy duro para mi ese tiempo por que mis hermanas de Guayaquil estuvieron conmigo todo ese tiempo, antes del VEM ya me había acostumbrado a no verlas, y estar con ella nuevamente, pensaba que me haría más difícil la despedía, pero Gracias a Dios no fue así.

En ese tiempo el Señor actuó en mí inmensamente. Dejo en mi corazón el deseo de servirlo cada VEM que pueda, y me llamo a ser un ladrillo fuerte en este Baluarte.

Gloria a Dios por su obra, y por darme el honor de ser su instrumento.

Belén Velarde H