Marzo 2009 - RIA Zona Sur - Guayaquil - Eduardo

Mi nombre es Eduardo Velarde, tengo 16 años, soy hilo de comunidad y participé como VEMita. Realmente no se como hacer un testimonio bien hecho, así q si esta mal perdón. Para empezar con mi testimonio quisiera contar en poco de lo que paso antes de entrar como VEMita, cómo yo era antes de este tiempo de entrega sacrifico y lleno de bendiciones. Contare solo un poco porque si cuento todo, esto seria una autobiografía y no un testimonio. Todo antes del VEM

Primero me llego la noticio de que habría un VEM en marzo, luego supe que ese VEM se realizaría en Guayaquil, y después me llego una noticia sorpresa; que yo, con 15 años (que fue la edad que tenía cuando estuve en VEM, cumplí 16 una semana después.) podría participar como VEMita, lo cual me pareció un poco inusual he imposible, pensé que me mentían por el hecho que normalmente los VEMilas son personas ya universitarias y profesionales; pero al parecer no fue mentira, así que acepte el reto, el reto que el Señor me propuso, el desafío a entregar mi tiempo, aceptar aquel llamado que me está haciendo desde joven. Ya después de decir sí, comenzaron las dificultades. Mi papa comenzó a presentar síntomas de enfermedad, como mi abuelo (papa de mi papa.) murió de diabetes existía la pequeña posibilidad de que genéticamente a mi papa se le haya desarrollado esta enfermedad. Se invirtió bastante dinero en exámenes, luego de que se comprobó que efectivamente tenia diabetes se gasto dinero en tratamientos, medicinas y mas exámenes. Como familia también atravesábamos una crisis económica y no quedaba mucho para que yo pudiese participar. Puse en oración mi deseo de participar como VEMita y le dije a Dios que se haga lo q El quiera. Decidí hablar con mi tío Luis Fernando Arroba para ver qué podía hacer con el pago y él me propuso prestarme los $200 y yo se los pagaba después. Esto me hizo evidenciar una vez más el poder de Dios y que para El no hay límites ni imposibles. Cuando parecía que todo estaba resuelto me acuerdo había la posibilidad de que aproximadamente la última semana del VEM yo empezara clases; puse en las manos del Señor mi inicio de clases y comencé a servir a Dios a ojos cerrados con plena confianza en El.

Al entrar al VEM yo realmente no iba con expectativa o con ideales más allá q el fortalecer mi relación con Dios ponerme al servicio de Él y saber cómo me quiere usar, y se pude decir que era la curiosidad y las ansias de saber como es. Ya dentro me di cuenta que es una vida en familia y hermanos, que el amor de Dios se puede sentir en cada uno de aquellos que estuvieron en esa casa. Solo en la primera semana del VEM, la cual fue el entrenamiento; toco, actuó, obro y formo en cada uno de nosotros. Formo nuestro carácter, nuestra paciencia, perseverancia, hermandad y una gran lista de cosas más q actuó tanto personalmente como, como grupo. El Señor me pidió mucha renuncia, m mostro su amor hacia mí, me renovó las armaduras, renovó y aumento mis dones, comenzó a formar en mi un líder, me llamo a ser alegre sin importar las circunstancias y ser ejemplo de un joven cristiano, que no m deje intimidar por ser joven, y El pondrá la fuerza en mi corazón y la valentía en mi espíritu; me llamo a servir, a amar. A mí me toco estar en el escuadrón que realizo los campamentos Alegría y Combate y me toco estar en el quipo de servicio y una de las cosas q más me impacto fue el experimentar lo q vive un líder y como se siente y cuanto es su cansancio, cual es la preparación del campamento y todo lo q lo conlleva, saber cómo se maneja todo tras bastidores.

Salí de esa casa lleno de bendiciones y renovado en el espirito, me siento un poco mas responsable de mi mismo, de mis acciones y decisiones de aquí a futuro, con una relación mucho más cercana con Dios y con nuevas fuerzas pasa seguir nadando en contra de la corriente, en fin salí totalmente renovado y con mucho más de lo que tenía antes, mucho más de lo q espere recibir y mucho más de lo que merezco tener. Doy gloria a Dios por haberme separado y llamado a este caminar y hacerme parte de su pueblo y honro a cada uno de los VEMitas, lideres y servidores porque ahora sé todo lo que dan y a todo lo que renuncian por servir al el Señor.