Marzo 2009 - RIA Zona Sur - Guayaquil - Antonella

Este VEM que se dio en Marzo en Guayaquil, fue en realidad mi segundo VEM. La verdad mi primer VEM, fue en Quito en el 2008. En ese VEM, pude experimentar el amor de Dios, en todo su esplendor. Pero en este segundo verano pude vivir lo que es en verdad CONFIARSE EN DIOS. En todo el sentido de la palabra…

En este verano, me asignaron el servicio de la hermana líder de mi escuadrón, pues la verdad mis hermanos, yo sentí la carga muy grande. Para comentarles mi escuadrón “Marcos”, estuvo encargado de organizar casas de formación de universitarios de hombres y mujeres, curso de evangelización, semana de evangelización, y CNVC.

Pues para empezar en la semana de entrenamiento, pude ver el poder de Dios, su Espíritu Santo. El vivir con los vemitas, y sentir el amor de Dios a través de mis hermanos. El convivir, orar, jugar, planificar, hacerlo todo juntos. Fue una bendición compartir y conocer otros hermanos que eran vemitas, aquellos que en la comu no había tenido oportunidad de conocerlos de cerca. Valoro su amistad mis queridos hermanos. Se estrecharon lazos de amistad, con todos los vemitas.

La verdad Dios me mostró muchas áreas en las que debo trabajar, una vanidad oculta, un orgullo, cierta soberbia, y mi área del autoestima que pensé que era un capitulo cerrado de mi vida pero me di cuenta que aun hay cosas que entregar. Jesús me mostró todo eso, que me ama a pesar de mis limitaciones y errores, y pues me dijo que si me llenaba de su amor, todo lo demás se arreglara por añadidura. Que me disponga a enamorarme de El y entregarle todo de mí, mi tiempo de formación y espera, en esta etapa de mi vida, como joven universitaria.

Y pues en la segunda semana viví la casa de formación de universitarias, con mi escuadrón y una hermana del otro escuadrón “Lucas”, Viviana Robles. En esa casa en la cual estaba a cargo (pero el Capitán era el Señor), ahí pude experimentar la misericordia de Dios y su fidelidad para conmigo. Pude también ver la gloria de Dios, porque estuve en la batalla, pude estar cara a cara con el enemigo, experimentar los ataques a través de tantas maneras. Pero batallar, sacar la espada, y luchar solo con la gracia del Señor. Fui testigo de cómo algunas hermanas adolescentes, concurrentes se entregaron al Señor, servían con amor y gozo, recibían palabras y visiones del Señor.

Dios en esa semana me sostuvo porque hermanos, sinceramente me sentía muy atacada, le dije a Dios que se había equivocado conmigo que no debió haberme puesto a cargo de aquella casa, que había otras personas mejores que yo, para eso. Que porqué me había escogido a mí sabiendo de cómo era yo y de mis limitaciones.

Pero gracias al Señor, hubo hermanas que supieron ayudarme a levantarme, me enseñaron a apoyarme en el Señor, y confiar en El y en mi misma. Y claro el Señor también me hablo, me protegió de las mentiras que el demonio quiso poner en mi mente, de que era incapaz. Pero como siempre el Señor triunfó, gloria a Él.

Luego de la casa de formación ese fin de semana tuvimos el curso de evangelización, en el cual fueron muy pocos chicos, pero a pesar de eso el Señor nos enseño que debemos seguir pase lo que pase.

En la tercera semana comenzó la evangelización, y era turno de hablarles de Cristo a extraños… Yo la verdad me moría, no quería hacerlo, me daba miedo del rechazo, de lo que la gente podía pensar… Lo que mas temía era evangelizar en buses urbanos ¡OH Dios! eso de pararme en el bus me costo hartísimo…

Pero nos aventuramos con todo el escuadrón fuimos a varias universidades de la ciudad de Guayaquil, y le hablamos a varios chicos de Dios, los invitábamos al CNVC…y poco a poco perdí el miedo. Pero llego el gran día de subirnos a los buses, tuve temor y cuando nos montamos en el bus que aquí se llama “Garzota 2”. Del norte de la ciudad, avanzamos hasta el centro luego regresamos al norte y de los cuatro vemitas que estábamos en el bus, nadie se paraba hasta que una hermana brechista Vivian Fernández (Costa Rica), se paró y dio su testimonio. Eso nos dio valentía a todos, y comenzamos a habar, luego subimos a otro bus y dimos nuestro testimonio, las personas se quedaban extrañadas, quizás pensaron que estábamos locos o les queríamos pedir dinero, etc. Pero así es Dios nos hace hacer locuras por El. Nosotros lo que hicimos fue poner la semilla, El Señor la hará crecer…

Y luego en la última semana llegaba el tan esperado CNVC, antes del CNVC, estuvimos orando con nuestro escuadrón, preparando la logística, pero ahí estaba el temor, porque tuvimos que asumir responsabilidad de pagar casas de retiro, bus para llevar a los chicos, y como el CNVC fue abierto (es decir, sin dormida), los chicos no cancelaron el retiro a tiempo, y no teníamos suficientes fondos… Pero ese sábado que empezó el CNVC, llegaron como 50 chicos nuevos aproximadamente (ojo sin contar servidores). Yo me asombre, y la verdad Dios es grande, y hace lo que El quiere, como y cuando quiere. Y pues como yo era la hermana mayor (mi primera vez), tenia nervios, temor, me sentía muy cargada, ya que me tocaba guiar a las lideres de grupos de dialogo, y receptar todas las lecturas, visiones del cuarto de intercesión. Y pues llegaban momentos en los que me sentía muy cansada espiritualmente y físicamente. Porque estaba de arriba abajo… Pero siento que valió la pena por el Señor… Un hermano me dijo mejor que te sientas cansado por servirlo ya que así dejas de ser mas tu y comienza a ser mas El en ti. Y después de ver tantos corazones convertidos, ví la gloria del Señor.

Hermanos agradezco la oportunidad que Dios me dio de vivir este VEM, me siento agradecida con El, porque pude valorar cosas tan importantes como el estudio bíblico o la lectura de la palabra. Antes yo pensaba que el estudio bíblico era aburrido, no llamaba mi atención. Pero después de hacer el estudio bíblico del libro de Romanos durante el VEM, me pareció súper edificante, el leer y estudiar la palabra nos da armas para defender nuestra fe. Ahora les cuento que hago la lectura bíblica de mi comunidad y estoy al día, jeje.

Doy gracias a los hermanos que estuvieron orando por los vemitas, gracias a los Quinto, por su amor y amistad, y gracias VEMITAS por todo lo compartido, vivido, jamás lo olvidare…Se los quiere mucho

Y a ti mi hno. Que quizás no has hecho un VEM, te animo a que lo hagas… veras el rostro de Dios en tus Hnos. y veras la gloria de Dios de cerca… Su amor, providencia, cuanto te necesita para la formación de su Pueblo… y todas sus bendiciones…

Después de este VEM solo me queda decir… VEMITA UNA VEZ…VEMITA POR SIEMPRE… ¡¡¡GLORIA A DIOS!!!

Su hermana en Cristo
Antonella Cabrera

Pd.- ¡¡Próximamente, se viene la BRECHA!! jeje