Wednesday, September 3, 2008

Agosto 2008, RIA Zona Sur - Quito - Mauricio

La verdad para este VEM tenia muchas expectativas, porque en el VEM de marzo Dios toco profundamente mi corazón y sentía que en este VEM iba a poder vivir de una manera muy intensa a Dios mismo e iba a poder darme a los demás como nunca antes, y la verdad nunca me espere lo que Dios tenía preparado para mi.

El estar en el escuadrón de Perú cambió radicalmente los planes porque lastimosamente por la realidad de Lima nos toco adelantar el viaje y nos perdimos gran parte de la semana de entrenamiento y en mi caso, despues no pude participar en más actividades, así que el viaje a Peru fue casi todo el VEM para mi.

En Peru fue une espacio para ver la grandeza y la riqueza de la obra que Dios esta haciendo en medio de las comunidades, porque en Lima casi todo el trabajo que realizamos fue con personas que ya pertenecian a grupos y que ya habian entregado sus vidas a Dios.

Fue bastante especial descubrir que la manera en que Dios se manifiesta en el culto comunitario es muy especial, de hecho en la mayoria de grupos que visitamos de Lima, cantaban muy lindo, alababan, se manifestaban los dones del Espiritu, pero no se sentía ese Dios amoroso habitando en medio de su pueblo, y es que descubrí que el hecho de que hayan carismas o que haya alabanza o música no es el verdadero indicador de una relación de Dios con su pueblo, porque el mantiene firmes sus promesas y entre esas esta que a todo el que pida el Espiritu el se lo dará, pero ví que Dios está en busca de un pueblo que lo ame de corazón y que este dispuesto a llevar su estandarte en alto sin importar las consecuencias que este dispuesto a entregarse sin medida, y ví que en gran parte nosotros somos ese pueblo y por la manera en que siento la presencia de Dios en nuestro culto es más intima que en otros lugares, porque vi que Dios realmente se goza entre nosotros.

Y por eso este VEM fue ver al Dios a quien servimos, ver su rostro, su amor, su cruz, su entrega a nosotros, y eso me llevo a enamorarme profundamente de El. Hicimos muchas cosas, pero lo más impresionante fue ver que Dios es el protagonistas, que mis palabras sin El, son vacias, que mi canto sin El, es un Eco que se pierdem en resumen, fue un proceso de colocar a Dios en el centro de mi vida, en el trono de mi corazón, y su luz y su amor iluminó mucha oscuridad que había en mi, pude descubrir muchas falencias en mi, y la verguenza que experimente al descubrir tanta maldad en mi, su gracia la convirtio en entrega y amor a El, porque ya cada vez veo más claro que de nada me sirve ganar el mundo sino lo tengo a El, a mi Señor, a mi creador, a la plenitud de mi alma, a Cristo amoroso.

Ahora que ha terminado el VEM, no confió en mi, pero no quiero seguir perdiendo el tiempo tratando de ganar el mundo, he visto el dolor de Dios por la situación actual, y aqui me tienes Señor, por completo para pararme en la Brecha y ser lo que tu quieras que yo sea.

Mauricio Rodriguez

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